LOS PEORES GANADORES DE EUROVISIÓN (1)

La gente que me conoce sabe de mi afición/obsesión por el Festival de Eurovisión y que tarde o temprano inevitablemente iba a escribir sobre ello. Todavía no estoy en plena neura eurovisiva, pero tengo que ponerme las pilas, ya que este año la temporada empieza más pronto que nunca. De hecho, este finde Bulgaria e Islandia comienzan su proceso de selección para el Festival, y la verdad es que me ha pillado un poco en bragas. Así que para meterme en situación y daros una pequeña dosis de lo que os queda por sufrir, he decidido escribir unos cuantos artículos sobre la historia de este maravillosisisimo Festival.

Empezaré en plan crítica totalmente destructiva por un repaso por los que, en mi subjetivísima opinión, constituyen las 10 peores canciones que han ganado el Festival. Vamos a ello, oye...

10. Teach-in “Ding dinge dong” (Países Bajos 1975)

Tras el triunfo de Abba el año anterior, Eurovisión, que hasta entonces había sido territorio de solistas, se llenó de grupitos que intentaban imitar de forma facilona y descarada el estilo de los suecos. Y los que se llevaron el gato al agua fueron estos holandeses tan sosainas. La canción, repetitiva hasta la saciedad y pegajosa cual blandiblub, con posiblemente una de las letras más tontas no de la historia de Eurovisión, sino de la historia de la música. Y para que hablar del desastre estético. Ellos de rollo galáctico con mucha pedrería y mucho brillo que les queda como el culo con su cara de paletos colgaos. ¿Y ella? Pues bien, lo de ella no lo entiendo. Peinada por su peluquera del barrio, pintada a brochazo limpio y vestida con un indescriptible traje floreado. La pobre intenta ponerle gracia a la canción y lo único que consigue es abrir la boca como para hacerle una felación al micrófono y perpetrar un bailecito lado-lado. Y para rematarlo todo, el momento infernal de la campanita al final. En fin, qué vida ésta…

9. Anne-Marie David “Tu te reconnaîtras” (Luxemburgo 1973)

Más conocida como “la que ganó a Mocedades”. Se habla mucho ahora del vecinismo de los países del este, pero lo de los países francófonos no tenía nombre y data de bastante antes. Se podía dar el caso algún año de que hasta cinco países cantaran en francés (Francia, Mónaco, Luxemburgo, Suiza y Bélgica) y luego claro, se votaban masivamente entre ellos. Además, creo que Luxemburgo, al igual que Mónaco, no ha llevado ni un cantante que haya nacido allí en ninguna de sus participaciones. Un cantante francés que no consiguiera que su país de origen le enviara al Festival lo tenía fácil: sólo tenía que ofrecerse a la televisión de Luxemburgo y ellos tan contentos. Y eso es lo que hizo esta lánguida francesita recién salida del colegio de monjas. Sirva como ejemplo de todas esas baladas-coñazo-francesas que quedaron bien e incluso ganaron a pesar de ser más lisérgicas que un campo de adormideras.

8. Nicole “Ein bisschen Frieden” (Alemania 1982)

Por dior, me va a dar un subidón de azúcar. Una especie de habanera teutona cantada a la guitarra por una monjil campesina adolescente a la que le acaban de quitar los brackets. Meimen opina que al pueblo de esta chica no llegó el concepto de “acondicionador”, ya que tiene el pelo superfrito. Para colmo de males, se trata de aquello que se suele denominar “canción con mensaje”, de estas que piden la paz en el mundo, porque los malos son muy malos y yo soy una pobre niña asustada. Vomitivo. Lo que más rabia me da del asunto es que ésta fuera la única victoria de Alemania en el Festival habiendo llevado canciones mucho mejores. Pero bueno, ¿quién dijo que la vida es justa?

7. Toto Cutugno “Insieme 1992” (Italia 1990)

Y hablando de injusticias, aquí tenemos al gran Toto, posiblemente uno de los seres más pesados, con más morro y más ego que han pasado por Eurovisión. No contento con aprovecharse de la situación política creada por la caída del Muro (otra canción “con mensaje”) y de montar un show a lo Roberto Benigni cuando ganó, por culpa de esta infumable cancioncilla tuvimos que soportarle como presentador del Festival del año siguiente, en el que no dejaba meter baza ni a su co-presentadora, se equivocaba constantemente con los nombres de los países y las canciones y se dedicó todo el festival a ligotear con cualquier cosa con falda que se moviera. Todo un personaje. Va por ti, Manuel, que sé que te pone…

6. Marie N “I wanna…” (Letonia 2002)

Una de las mayores sorpresas de los últimos años. Nadie contaba con esta canción en los meses y semanas previos al Festival y mucho menos aquí en nuestro país, donde estábamos cegados por el fenómeno “Roza de Epaña”. Pero llegó el día y esta rubia letona de origen ruso se destapó. Sin cantar especialmente bien y con una cancionciglia que podría ser un descarte de un disco de Ricky Martin, se llevó el gato al agua con una coreografía efectista de éstas que tocan todas las teclas y contentan a todo el mundo. Toques latinos (tan de moda en Europa en esas fechas), cambios de vestuario y rollete seudolésbico, atrayéndose al público gay y a la vez poniendo burros a media población masculina hetero europea. No se puede negar que la chica sea lista…

Bueno, hasta aquí la primera parte. En un próximo post, las cinco peores ganadoras de Eurovisión.

Disfrutadlo...

Raro