LOS PEORES GANADORES DE EUROVISIÓN (Y 2)

Como lo prometido es deuda, y las deudas cuanto antes te las quites de encima, mejor, aquí tenéis la segunda parte de mi repaso por las peores canciones que han ganado Eurovisión.

5. Johnny Logan “Hold me now” (Irlanda 1987)

Ese traje blanco inmaculado que parece el uniforme de una secta, ese pelo relamido, esa cara de cordero degollado, ese arqueo de cejas, esa actitud de “soy super profundo, tía”. Sólo puedo decir una cosa: PUAJ

4. Sandra Kim “J’aime la vie”· (Bélgica 1986)

Viendo el Festival del 86 me sentí mayor por primera vez cuando la delegación belga me quería hacer creer que esta niñata pintarrajeada con irritante voz de pito tenía 15 años, más que yo entonces. Y le sacaba mínimo dos cabezas. Más tarde, como la peña no se creyó para nada el asunto, los belgas confesaron que la pitufa subdesarrollada realmente tenía 13 años, aunque hubo rumores de que realmente tenía 9. “J’aime la vie”…normal, como no iba a amar la vida, si seguro que todavía no había tenido ni la regla…

3. Riva “Rock me” (Yugoslavia 1989)

Liubljana 1980: El Presidente Tito agoniza. Sus últimas palabras en el lecho de muerte son “Yugoslavia debe ganar Eurovisión”. Siempre dispuestos a cumplir la voluntad de su líder, los científicos y militares se pusieron a investigar la forma perfecta de que el continente se pusiera a sus pies. Pero, poco dados a las sutilezas culturales y más acostumbrados a la propaganda, las purgas políticas y todas esas cosas comunistas, les salió un arma de destrucción psicológica masiva que la posteridad denominaría “rocanrolito yugoslavo”. Fueron probando el arma año tras año en cada Festival con resultados cada vez más destructivos, hasta que en el 89 Europa se rindió y les dio la victoria por agotamiento. Viendo lo que pasó luego con el país, más vale que hubieran gastado sus energías en otras cosas.

2. Tanel Padar & Dave Benton “Everybody” (Estonia 2001)

Vamos a ver ¿Cómo pudo ganar este dúo imposible? El negro todavía tenía un pase, pero el albino…¿qué le pasaba? ¿Tenía epilepsia? ¿Parkinson? ¿Se cagaba todo? Si a esto le sumamos una canción que no destaca por casi nada, si no es por olvidable, repetitiva y cansina, tenemos probablemente el expediente X más grande de la historia eurovisiva. Pasmado me iba quedando viendo como país tras país le iban dando puntos. Aunque más pasmado me quedé años después cuando me enteré de que el negro había representado veinte años antes a su país de origen, Antillas Holandesas, ¡¡¡EN EL FESTIVAL DE LA OTI!!! Cantó el mismo año que ganó Francisco con su “Latino” y quedó penúltimo. Aprovecho la ocasión para hacer un llamamiento a aquellos que tengan festivales de la OTI grabados por favor nos lo hagan saber: Corredero y yo estamos deseando ponerles la mano encima.

1. The Herreys “Diggi-loo diggi-ley” (Suecia 1985)

Sé que lo que voy a decir será considerado una blasfemia por muchos eurofans, pero me da igual. Con la excepción de ABBA, SUECIA NO DEBIÓ JAMÁS GANAR EUROVISIÓN. Ni en 1999 con la rubia sosaina con cara de besugo de la Charlotte Nilsson, ni en el 1991 con Carola vestida de secretaria lesbiana dando saltitos a golpe de ventilador. Ni muchísimo con estos pazguatos hermanos de botas doradas con un estilismo de pesadilla (por Dior, que alguien les baje los cuellos de las camisas) y una canción que le parecería tonta hasta a un niño de tres años. Menos mal que existe aquello llamado “justicia poética” y, como podemos comprobar en el segundo de los vídeos, el tiempo les ha tratado como se merecen.

RARO