miércoles, 26 de septiembre de 2007

LO MÍO ES DE TIROIDES


Hace poco oí en las noticias (de Antena 3, por supuesto, que estas cosas tan monas sólo las dicen ellos), que según un estudio de la Universidad Chachiguay de los IUESEI (donde seguro que tienen una licenciatura en surf o algo así), tener amigos gordos es perjudicial para la salud. Sí sí sí, así es. Resulta que si te echas un amigo/a gordo/a te cambia el concepto de la realidad y acabas creyéndote que eso de estar obeso es guay. ¡Enhorabuena! Ya no sólo estás gordo, sino que además eres contagioso.

Esta gente yo creo que no piensa (ni los del estudio, ni los de Antena 3). Tú imagínate que tu hijo, ése al que en el cole llaman Boliche, al que siempre ponen de portero y al que le encanta el foie-gras; ese querubín regordete que siempre anda un paso por detrás de sus amigos, al que siempre le da flato cuando corre y eligen el último para los equipos, te llega un día llorando diciendo que la mamá de Manolito no le deja más jugar con él porque dice que le va a cambiar el concepto de la realidad y a lo mejor se pone tan feo como él. ¿Qué? ¿Cómo se te queda el body? ¿Qué coño haces entonces? ¿Le firmas un justificante y le dices "Anda cariño, lleváselo a la mamá de Manolito, que aquí certifica que lo tuyo es de tiroides"?

Digo yo, ¿no está la vida lo suficientemente jodida ya para que a estas alturas venga alguien a decir una cosa así? Yo no quiero justificar la obesidad porque estar gordo no es sano, pero ser obeso no es sinónimo de tener una vida poco plena o sólo plena de comida. Estamos acostumbrados (sobre todo influenciados por la televisión y especialmente por la norteamericana) a tratar a los gordos con sorna. A los tíos se les ve como a esos bobalicones que acompañan al tío más listo, que visten mal y huelen peor. Y las tías ya ni te cuento: son guarras, vagas, casi siempre de un estrato social bajo y más salidas que el pico de una mesa. Si son niños, la cosa no mejora. A ellos los pintan de brutos zampabollos, y las niñas aparecen casi siempre como repollos repipis adictas a los bombones.

No nos engañemos. Ser gordo, en la mayoría de los casos, no es una tragedia. Puede ser un poco trauma, pero no te mueres. Casi todos podemos recordar un amigo/a gordo/a en nuestras vidas (si no lo hemos sido nososotros mismos). Los hemos visto en bañador, hemos compartido bocatas con ellos, quedamos a tomar cervezas, cenamos o trabajamos, y no creo que eso haga perder la perspectiva de la realidad a nadie.

Meimen


sábado, 22 de septiembre de 2007

SÚBETE A MI MOTO

Bueno, pues parece que esto empieza a andar. La verdad es que nos ha costado arrancar con el blog de los eggs, porque los dos somos de naturaleza un poco dejadiglios, pero parece que no hay nada como un viaje a Londres para cargar las pilas...pero del viaje ya hablaremos cuando la Mei recupere las fotos de "iluminación nebulosa" que perpetró...,digo hizo, durante nuestros días en la pérfida Albión.

Y hablando de arrancar, estoy superhipermegaemocionado of the death porque a lo mejor me compro una moto. Bueno, en realidad es una scooter guarrilla de segunda mano de estas que no necesitas carnet, sólo perder una mañana haciendo una cola kilométrica en la jefatura de tráfico de Arturo Soria. Resulta que una amiga mía tiene en su plaza de garaje una moto abandonada por una ex vecina que se mudó a un sitio sin parking, y ahora está pensando en venderla. La pobre moto lleva un año y pico parada y tiene más polvo encima que los manuscrtios del Mar Muerto, pero se la ve muy bonita. Y encima es amarilla. Qué chulo. Super popi. He aquí una foto de mi futura moto (si todo sale bien)




Qué chachi. Ya me veo yo a mí mismo con mi super moto amarillita yendo todos los días al curro, con la polución de Madrid dándome en toda la cara. Tendré que comprarme una buena hidratante.

Claro que ya me estoy imaginando las reacciones a mi anuncio de motorizarme (de hecho el otro día tuve un botón de muestra cuando se lo dije a Corredero). Y es que, conocida como es mi proverbial agudeza visual, la frase usual será algo así como "David, pero si tú no ves na...". Y ahora es cuando toca indignarme. ¿QUÉ PASA, QUE LOS MIOPES NO TENEMOS DERECHO A LA VIDA?. Vale, es verdad que cada vez que jugamos al Buzz en la Pensión Corredera me tienen que acercar la televisión prácticamente a la cara porque si no, no leo lo que pone, pero el hecho de que no pueda leerlo de lejos no quiere decir que no sepa que allí hay letras. Vamos, que no creo que cuando vaya en moto por la calle tenga que leer las matrículas de los coches o ver si el conductor al que adelanto tiene puntos negros en la cara, dígome yo. Los que tenemos algún sentido atrofiado tenemos la tendencia a agudizar los demás (yo oigo que te cagas, por ejemplo) y además solemos ir en general con más cuidado. Y si no, que se lo digan a la ciega de Gran Hermano (que por cierto, es de Toledo, como yo) que es la única que no se ha tropezado todavía con el escalón del salón. De todos modos, me mola el concepto de ser un poco "peligro público". Al fin y al cabo, me crié en Parla...

Admito todos vuestros consejos y sugerencias sobre como tunear mi futura moto y a mí mismo, porque me supongo que ahora tendré que hacer cosas de motero, como vestirme con esa ropa tan absurda y poco ponible que llevan ellos. Qué chulo. Ya me imagino diciendo cosas como "Jo, tronco, cómo me mola el tubarro de tu pepo".

En fin, que os dejo con un bonito vídeo de una canción que no deja de sonar en mi rara cabecita desde que empezó esta furia motorizante.

Disfrutadlo...



Raro


miércoles, 19 de septiembre de 2007

ESTOY EN "MODO TAMAGOCHI"


Hoy el Raro se ha ido a casa de unos amigos comunes para ver al crio que han tenido hace tres meses, yo no he podido ir al final pero lo he visto en "modo Tamagochi" que es como yo veo muchas veces las cosas. ¿Que qué es el modo Tamagochi? pues muy fácil, lo he visto por videollamada que es muy cómodo, muy limpio y muy cool y me he dado cuenta de que posiblemente soy la persona más tamagochi de mi grupo porque como casi nunca estoy, acabo colocada encima de la mesa en modo altavoz para saludar y comentar a la peña.
Ser un Tamagochi tiene muchas ventajas:
  • no tiene que estar arreglada ni pintarte como una puerta porque solo te ven por un cuadradito minúsculo o ni siquiera eso, a veces eres sólo una voz.
  • No tienes que desplazarte puesto que te llevan y te colocan en los lugares más privilegiados de la casa, dícese encima de la mesa, entre el cenicero y el cuenco de los panchitos.
  • Todo el mundo te presta atención y te saluda efusivamente por si no le oyes y da igual que tengas voz de cazallera porque todo el mundo suena igual por teléfono.
  • Puedes hacer esporádicas visitas al cuarto de baño sin que nadie se entere y aun así seguir activamente la conversación (si alguien te pregunta "¿qué es ese ruido?" puedes mentir).
  • Puedes espatarrarte en el sofá y no tienes que compartirlo, etc....
En fin, todo esto y más (las más vulgares las he omitido) son las ventajas de ser un Tamagochi, aunque ¡CUIDADO!, también tiene sus desventajas:
  • Si no hay cobertura te jodes (y si hay poca acabas pareciendo un marciano de Mars Attacks).
  • Todo el mundo sale fatal en las videollamadas (es peor que la foto del D.N.I de un etarra).
  • Si la gente habla a dos metros del teléfono no te enteras de nada.
  • Las conversaciones duran poco porque "oye te dejo...que esto corre".
  • Si no tiene batería te jodes.
  • Y bueno, en definitiva, no estás y eso es un rollo.
Meimen.

POR PETICIÓN POPULAR...¡YA ESTAMOS AQUÍ!

Eurovisión, pelis de animadoras, Tokyo, Londres, documentales sobre el fin del mundo, ataques folclóricos, modas absurdas, Sensación de Vivir, Gran Hermano, Doctor Who, IKEA, Harrods, Massiel, las chinchillas, Lituania, pelis de desastres, desastres estéticos, folclóricas lesbianas, las malas de las series, artículos inútiles, etc, etc, y más largo etc...

Todo esto (y cualquier otra paja mental que se nos ocurra), muy pronto en éste, tu blog no amigo.

Disfrutadlo...